A pocas horas el ocaso de este año aun me sobran unos minutos para dar las gracias por haberlo vivido, no fue un año excepcionalmente hermoso, no fue un año lleno de primaveras, pero fue un año donde tuve espacio para crecer en todas direcciones como las ramas de un arbol joven.
En el ocaso de este año solo pido que el siguiente sea al menos igual, y me doy cuenta de lo que ya sabia, solo podia ser hermoso si todos aquellos que este año me acompañaron podian seguir en mi camino el siguiente, algunos el siguiente no estarán pero hicieron hermoso cada tramo del último recorrido.
Este año lo temino con la emoción de quien escucha su canción por primera vez, con el emoción de verme en el espejo y reconocerme entera, con la emoción de saber que no tengo miedo y que sea lo que sea, lo que me depare este año siguiente será bueno si estoy cerca de los mios.
Nunca ví el rayo verde, espero verlo alguna vez, cerca de algun mar, no lo ví pero sé como se sienten los que ya tuvieron la suerte de cruzarse con él.
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