sábado, 20 de noviembre de 2010

teoria del cisne negro. Cuando tu pasado no predice tu futuro

Nota antes de leer:


Hace tiempo que descubrí una teoria que cambió el resto de los pocos pensamientos que por entonces quedaban vivos en mi mente, por aquel entonces, digamos, más machacada que sucia y he aquí que sádado a las casi ocho y media de la tarde expongo.
Puede ser que se aburran a mitad de la lectura o que les cause el mismo entretenimiento que me causó a mi, el saber por fín, que nunca sabíamos nada.

Antes de que un hombre "cualquiera" viera un cisne negro, todo el mundo creía que los cisnes eran blancos y existian incluso teorías al respecto. 

El teórico Nassim Nicholas Taleb desarrolla la teoría del cisne negro en su libro El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable, descubre los errores en los procesos del razonamiento cuando los humanos nos enfrentamos frente a la complejidad, la incertidumbre y la aleatoriedad.

Son varios los ejemplos del teórico y conceptos del profesor taleb , muy interesante su reflexión sobre la suerte y el engaño del azar, y la problemática de la inducción: a mayor frecuencia de ocurrencia de un hecho menor sensibilidad frente a lo inesperado.

Muy grafico es también el hecho que da nombre a su teoría, si nos pasamos la vida en el hemisferio norte pensaremos que todos los cisnes son blancos, sin embargo en Australia existen cisnes negros. Nuestra reducida experiencia hace que este hecho sea altamente improbable.

Un cisne negro es el hecho altamente fortuito, en cuanto a su improbabilidad, y que lo definen tres grandes características: su gran repercusión, las probabilidades imposibles de calcular y el efecto sorpresa. Su incidencia produce un efecto desproporcionadamente grande, posee una pequeña probabilidad de ocurrencia, es imposible de calcular por carecer de experiencia previa, y por ultimo decir que se trata de un hecho nocivo por la sorpresa que suscita, desde la observación no hay ningún elemento que suscite que puede ser probable.

Frente a un cisne negro o sucesos improbables se dan diferentes errores de razonamiento:
La distorsión retrospectiva, esto es tan sencillo como decir que los seres humanos somos muy buenos a la hora de predecir los sucesos a modo retroactivo, los seres humanos apoyamos grandes teorías sobre una mínima cantidad de datos, carentes de solidez, quizás por el hecho mismo de la supervivencia (si siempre que ves un león corres es probable que nunca te muerda, tenga o no el león dientes).

Taleb critica la falacia de la regresión estadística dentro de los modelos de gestión de riesgos que se usan actualmente, y que han hecho ganar a algunos académicos su nobel en economía, donde se excluyen precisamente los eventos raros que pueden ser muy importantes.
Estos académicos y demás analistas tranquilizan a los ejecutivos, reguladores e inversores de las empresas omitiendo y creando  una ilusoria sensación de control. 

Esto nace del error de examinar el futuro analizando el pasado y en mi opinión, pese a no tener ninguna otra forma de aprendizaje el pasado no predice nuestro futuro.
Creemos en la previsión, en el orden, ene realidad no controlamos el entorno, nos incomoda tanto lo aleatorio que buscamos síntomas de disciplina para intentar dar sentido a nuestro pasado.

Rescato un párrafo de su libro:
Los neurólogos saben que nuestro cerebro está programado para tener el control de todo lo que sucede. Sin embargo, lo cierto es que nuestro cerebro está literalmente a oscuras, escondido bajo la cavidad craneal, y el único contacto que tiene del exterior es a través de órganos imperfectos, bien sea la vista, el tacto, el sentido olfativo o el gusto. Y puesto que nuestro cerebro está programado para controlarlo todo y debido a lo imperfecto de las percepciones que llegan a él, elucubra lo que puede, creando modelos abstractos de la realidad, que a veces no tienen porqué coincidir con la realidad misma. En pocas palabras, la explicación podría ser que no estamos preparados fisiológicamente para los hechos imprevisibles. Y sin embargo, los hechos imprevisibles existen.

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