domingo, 2 de mayo de 2010

No-persona

¿Saben  cuando tienen un mechero cargado pero que no enciende? Un elemento mas en tu cartera, un mechero que espera el milagro, ese mechero nunca muere, ni tampoco se tira, a lo sumo  se pierde o se olvida. ¿Es útil un mechero con gas?¿y si no enciende?
 
Pues así es el día de hoy, como un mechero con gas pero que no enciende y espera, dormido en el fondo de alguna cartera, a que un día se obre el milagro y en un momento de necesidad, lo encuentres, aprietes y te dé fuego.
 
Decidí no ser persona, un día no tuve nada má que hacer que dejar de ser persona, ¿y que mas da? Al fin y al cabo ¿cuantas no-personas hay? muchas, muchisimas.
 
No importaba tanto, era una mas de las muchas decisiones forzosas a las que te obliga la vida, y la tomé.
 
Evidentemente, el dejar de ser, implicaba a la vista, muchos cambios lo primero que tenía que hacer era cortarme los brazos.
Esa aunque no fue excesivamente dolorosa, era una decisión que implicaba mucho tiempo, una cierta inversión, una hipoteca a lo sumo barata, y bueno al final lo conseguí, me corte los brazos, y dejé de hacer, en el fondo tampoco se notaba tanto.
 
Tras los brazos y un poco por el hambre, el no tener brazos siempre produjo hambre eso lo sabe cualquiera que tenga boca, un día se me cayó el estomago, en una larga respiración se me escurrió por el vientre y fue a parar al suelo, siendo sincero he de reconocer que fue un poco repugnante. Fue otra pequeña decisión el sobreponerme rápidamente a esa repulsión y seguir caminado.
 
 
 
 Como todo el mundo sabe el último de mis pasos fue el corazón, de eso nunca se está del todo seguro, como ya dije dejar de ser persona es en algunos momentos algo complicado, mientras dura el proceso.
 
En aquel momento, y 6 meses después de mi primer desmembramiento en mí solo queban los dientes, y bueno que le voy hacer, soy así de impulsivo, termine mordiendome  el corazón, reconozco que la frase suena algo romántica, pero si alguno de ustedes lo hubieran visto les aseguro que no fue un paso fácil, es mas este ultimo dolió.
 
Con el corazon en la boca, seguido de un rapido escupitajo me quede como estoy ahora mismo, a oscuras.
 
Muchas de las decisiones que tomamos en nuestra vida, no tiene marcha atrás, son pocas, no se asusten, casi todas tienen alguna salida,
 el problema y quizás es por eso por lo que les escribo es que a mi, me da miedo la oscuridad.
 
Maldito mechero-milagro, si la menos se encendiera,  podria encontrar mis brazos, comer algo y volver a tragarme el corazón, todo esto claro está, si se obrase el milagro del encendedor perdido en el fondo de una cartera.
 
 

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